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¿La India de Modi sigue siendo la mayor democracia del mundo?
La India, un país que fue considerado el faro de la democracia étnica tras liberarse del yugo británico en 1947, ahora se encuentra en una encrucijada crítica. En aquellos días de esperanzas y promesas, pocos habrían imaginado que la nación lograría mantenerse unida y democrática a pesar de su vasta diversidad. Pero hoy, la situación es alarmante: la mayor democracia del mundo se está desmoronando bajo la brutalidad del régimen de Modi.
Desde que el partido BJP llegó al poder en 2014, la libertad de prensa está en grave peligro
Con Narendra Modi liderando el espectáculo, la India ha visto cómo su estatus de democracia se transforma en una democracia étnica, donde los verdaderos hechos y la libre expresión están siendo aplastados. Desde 2020, organizaciones como V-Dem y Freedom House catalogan a India como un régimen híbrido, donde las elecciones se celebran bajo la sombra de la opresión.
Ámbitos de un preocupante retroceso democrático
El caos está consumiendo tres áreas fundamentales:
- Independencia judicial y electoral: El Tribunal Supremo, que una vez defendió la justicia, ahora se inclina hacia el Gobierno. Las sentencias han sido manipuladas para favorecer al BJP, especialmente en casos que involucran la construcción de templos hindúes sobre mezquitas destruidas.
- Transparencia electoral: El proceso electoral es ahora un fiasco lleno de manipulaciones. Aunque aún se llevan a cabo elecciones, el ambiente de miedo y opresión ha hecho que los ciudadanos duden de la imparcialidad del voto.
- Construcción de un Estado hindú: La propaganda del BJP está diseñando un sistema donde solo los hindúes son considerados ciudadanos de primera clase, mientras que los musulmanes son despojados de su presencia en la política.
La India de Modi plantea serios dudas sobre su futura dirección política
El ascenso del BJP ha llevado a una escalofriante realidad que destierra a las minorías al silencio y la desesperación. Aunque las elecciones de 2024 mostraron un revés, no se considera un triunfo para la democracia; más bien, es un indicativo de que, la democracia está siendo erosionada desde sus cimientos.
Signos de una democracia étnica sin límites
Desde el gobierno, se impulsa un ambiente donde la violencia y el acoso son moneda corriente. Activistas y periodistas critican abiertamente el régimen bajo la constante amenaza de persecución. Este régimen de intimidación no solo busca silenciar a las voces disidentes, sino que está reconstruyendo la sociedad india bajo la premisa exclusiva del hinduismo.
Se han erigido leyes que transforman la esencia de la sociedad: la reforma de la ciudadanía excluyendo musulmanes y la revocación de derechos históricos en Jammu y Cachemira son solo algunos ejemplos. ¡Es hora de ver la realidad de que la India de Modi está tejiendo un sistema que no es más que una ~democracia~ democracia étnica!
El futuro de la India como un Estado hindú
En el clímax de esta transformación, Modi ha consagrado un templo simbólico en Ayodhya, un acto que resuena con el ideario nacionalista hindú. Este es el mensaje claro: Indianos, ¡prepárense para un futuro donde la democracia étnica predominará y las estructuras tradicionales se desvanecerán! ¿Estamos dispuestos a permitir que el sueño de una India unida se convierta en un cuento de hadas olvidado?
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