La alerta lanzada hace das por familiares y amigos no sirvi para nada. El preso poltico Jess Manuel Martnez Medina, encarcelado por el chavismo como represalia por haber participado como testigo de la oposicin en el proceso electoral del 28J, ha fallecido tras varias semanas de graves padecimientos.
Sus dolencias fsicas se agravaron por las condiciones inhumanas que sufra en el calabozo policial donde fue recluido, segn denunciaron sus familiares. El joven padeca una enfermedad cardiaca y diabetes, a lo que se sum infecciones en la piel que no fueron atendidas pese a las peticiones de asistencia mdica realizadas por su madre. Manoln, como era conocido en el municipio Aragua, del estado Anzotegui, fue finalmente intervenido para amputarle una de sus piernas. Demasiado tarde.
“Lo mataron lentamente. Este doloroso suceso refleja el brutal terrorismo de Estado en Venezuela, donde la dictadura persigue y castiga la verdad con el propsito de silenciar cualquier esperanza de cambio”, clam Elisa Trotta, defensora de derechos humanos.
El Foro Penal registra hoy 1.963 presos polticos en Venezuela, la inmensa mayora detenidos tras el megafraude electoral gestado por Nicols Maduro y su gobierno. Entre ellos destacan la presencia de 69 menores de edad y de 243 mujeres. A buena parte se les acusa de terrorismo simplemente por formar parte del ejrcito ciudadano que durante el histrico 28J fue capaz de proteger los votos para que fueran posteriormente contados. La abrumadora victoria del opositor Edmundo Gonzlez Urrutia, con ms de cuatro millones de votos de ventaja sobre Maduro, provoc la salvaje represin del chavismo. Al menos 25 personas, la mayora jvenes, fueron asesinados por guardias nacionales, policas y paramilitares.
“Este rgimen criminal lo detuvo por el solo hecho de ser testigo de mesa en Anzotegui y lo fue matando lentamente, pues nunca le dio asistencia mdica a pesar de los problemas de salud que tena y que inform su propia madre”, subray el politlogo Walter Molina Galdi.
La Plataforma Unitaria Democrtica tambin haba advertido previamente ante la falta de asistencia a los presos que han enfermado en prisin. “Negar atencin mdica oportuna es una clara violacin a los derechos humanos y conlleva responsabilidad individual para quien deba brindarla”, denunci la Plataforma.